miércoles, 19 de agosto de 2009

Cariló todo el año







Tal como se lo conoce, Cariló es en la actualidad uno de los puntos de atracción turística más importantes del país y uno de los lugares privilegiados para descansar.
Es difícil imaginar a Cariló como un árido médano de arena gigantesco a las orillas del mar. A primera vista este célebre balneario sorprende por su irresistible combinación de bosque y playa. Sin embargo, no siempre fue así.
Cariló tiene 90 años y es el ejemplo más contundente de lo que puede la iniciativa del hombre cuando intenta modificar la naturaleza pero sin destruirla y además, la convierte en un lugar de un enorme atractivo turístico.
Ese hombre fue Don Héctor Manuel Guerrero, quien con 28 años, decide convertirse en un domador de médanos y cumplir su mayor deseo: convertir todo eso en un frondoso bosque.
Tras 18 años de experimentar con más de 650 clases de variedades arbóreas que obtuvo de los más variados rincones de Argentina y del mundo, logró fijar las arenas con una diversidad de fragancias, colores y follajes, que transformaron para siempre la fisonomía de este lugar de más de 1.700 hectáreas. No por nada el camino que utilizaba desde su plantación hasta la playa lo bautizó como Avenida La Constancia y al lugar "Cariló", Médano Verde en mapuche.
El sueño de Don Héctor se multiplicó y hoy es compartido por los cientos de turistas que arriban a Cariló año tras año, en su mayoría en la temporada estival, a disfrutar no solo de sus atractivos naturales sino también de sus múltiples servicios. Basta con que el viento del mar indique la finalización del horario de playa para que comiencen a divisarse los veraneantes en el centro comercial. Allí, la arquitectura se justifica con elementos nobles como la madera y la piedra, enalteciendo la magia de un lugar que ya se encuentra encantado por su propia naturaleza.
Cariló dispone de una superficie de 1.700 hectáreas, de las cuales 1.100 todavía están sin lotear. Además de los recursos naturales, fauna y flora de características únicas, Cariló ostenta 19 paseos y galerías que combinan cafés, restaurantes, heladerías y locales de las marcas más reconocidas de ropa que se entremezclan con las propuestas más artesanales. El comienzo del centro está signado por la presencia de la confitería La Verbena (sí, la que hace mucho tiempo tenía ovejas pastando en su techo de pastos verdes) que nos remite a un clásico que aún se mantiene vigente.
Este balneario ofrece una excelente infraestructura turística para satisfacer el gusto de sus más exigentes visitantes. Dispone de alrededor de 50 hoteles y aparts de diferentes niveles, entre ellos, uno de los Hoteles Australis. El Australis Paradise, situado en medio del bosque, a media cuadra del centro comercial y tres de la playa, es de los primeros en Cariló. Nació allá por 1992 cuando los hoteles eran 4 y los paseos comerciales 2. A lo largo de los años este hotel se fue ampliando y profesionalizando, pero sin perder la magia de sus comienzos.
Asimismo durante los meses de baja temporeada, Cariló ofrece variados paseos y excursiones, como travesías en 4x4, cabalgatas, cicloturismo, caminatas o safaris fotográficos por la playa y el bosque. El Golf Club y el centro hípico completan el abanico de actividades.

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